Estación de tren Bilbao

Estación de tren de Bilbao

La estación de tren de Bilbao Abando Indalecio Prieto está situada en la orilla izquierda del río Nervión, a 500 metros del casco histórico cruzando el puente Areatzako. Inaugurado en 1948, el edificio es de estilo monumental clasicista y su arquitecto fue Alfonso Fungairiño. Lo más destacado de su decoración es la gran vidriera de 301 piezas realizada por la Unión de Artistas Vidrieros de Irún en 1948. Desde sus ocho vías y cinco andenes parten trenes de larga y media distancia, así como los de alta velocidad Alvia. Con ellos podrás desplazarte a Madrid en cinco horas, y a Zaragoza en cuatro horas y media. Desde la misma estación puedes acceder a la parada de metro de Abando con las líneas 1 y 2 que te llevarán al casco viejo en dos minutos. Además, a pocos metros, en la Plaza Circular con la calle Hurtado de Amézaga, están las paradas de los autobuses 72 y 77, entre otros, y estos te conducirán al centro de la ciudad.

Atracciones principales cerca de la estación de tren de Bilbao

La estación de tren de Bilbao fue una de las primeras en incorporar un centro comercial a su oferta, así que tiene desde restaurantes y centros de belleza, hasta tiendas de regalos y salas de exposiciones. Si aún así te apetece conocer un poco la ciudad, a seis minutos a pie desde la estación estarás en la Plaza Nueva, en el corazón del casco histórico. De estilo neoclásico, fue inaugurada en 1851 tras 65 años de construcción. Cultura y gastronomía se dan la mano en esta zona de la ciudad, ya que las llamadas Siete Calles —el origen de la villa de Bilbao— guardan los monumentos más antiguos y las mejores barras de pintxos a solo ocho minutos de la estación. La hora del txiquiteo (vasos pequeños de sidra o vino) es una tradición local que vale la pena seguir y que consiste en ir de bar en bar. Los más de 200 establecimientos del casco viejo ofrecen pintxos clásicos como el txangurro o la Gilda, además de otras creaciones más vanguardistas. La Plaza Nueva, Santa María, Domera o Unamuno, son solo algunas de las calles a donde dirigirse.
Cerrado al tráfico de coches, el carácter peatonal del casco histórico lo ha convertido en uno de los centros comerciales abiertos más grandes de Europa. Vigilando las Siete Calles está el Parque Etxebarria, el pulmón verde la ciudad, que ocupa los terrenos de una antigua empresa de fundición de acero tal y como lo atestigua la chimenea que se conserva en su parte más elevada. A solo 17 minutos andando desde la estación, tendrás las mejores vistas panorámicas de Bilbao.

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