Estaciones principales | Marseille St-Charles | Marseille St-Antoine | Marseille Blancarde | Marseille-en-Beauvaisis |
Compañías ferroviarias | SNCF | Eurostar | TGV Lyria | DB-SNCF |
Aeropuertos | Aeropuerto de Marsella-Provenza |
Transporte público | Autobuses urbanos | Metro | Tranvías | Taxis |
Tarifas y tarjetas de descuento |
Viajar en tren a Marsella es la mejor forma de descubrir esta ciudad del sur de Francia. Bañada por las aguas del Mediterráneo, Marsella es un importante puerto comercial fundado por los griegos en el siglo VII a.C. Con más de 1,5 millones de habitantes en su área metropolitana, es la tercera ciudad más grande de Francia por detrás de París y Lyon. Gracias a su enclave privilegiado, Marsella sirve como nudo de comunicaciones para rutas ferroviarias procedentes de Italia, Suiza, España y numerosas ciudades de Francia.
Fue fundada en el 600 a.C. por griegos procedentes de Focea, lo que la convierte en la primera ciudad de Francia y una de las más antiguas de Europa. Después de París y Lyon, es la localidad francesa con mayor número de habitantes. Está situada al sur del país, a orillas del Mediterráneo, en la que se conoce como Costa Azul. Es capital de la Provenza y el puerto comercial más importante de la región. Un lugar que une la tradición europea con influencias llegadas del norte de África. Viajar en tren a Marsella es la mejor manera de conocer esta joya mediterránea. En Trainline puedes reservar billetes baratos pagando cómodamente a través de Apple Pay, PayPal, MasterCard o Visa, y sin necesidad de pagar tasas adicionales.
En la ciudad de Marsella hay una estación de tren, la Gare de Marseille-Saint Charles, que está emplazada en la zona septentrional del centro de la localidad. Muy cerca, al oeste de esta área, se encuentra la zona portuaria, un inmejorable punto de partida para descubrir todo lo que hay que ver en Marsella.
En el barrio del Panier se puede contemplar lo bien que la ciudad conserva sus edificios y monumentos más antiguos, destacando la catedral de Santa María la Mayor (Cathédrale Sainte-Marie-Majeure), de estilo románico. El Puerto Viejo (le Vieux-Port) es el barrio que representa la parte del casco histórico marsellés más próxima al mar, un lugar donde disfrutar del magnífico ambiente que otorga la proximidad del Mediterráneo.
Más al sur, la basílica de Notre-Dame de la Garde es otra visita clave de entre los muchos tesoros que esconde esta capital provenzal.
La bella estación Marseille Saint Charles fue diseñada por el ingeniero francés Gustave Desplaces. Es la principal de la ciudad, puerta de entrada para el resto de localidades de la Provenza. Está situada encima de una pequeña colina, conectada al centro del destino a través de una monumental escalera de piedra, que ha sido declarada como Monumento Histórico. Tiene una ubicación privilegiada; en tan solo diez minutos a pie, los pasajeros se encuentran en pleno casco histórico.
Dispone de varias áreas de descanso, cambio de divisas, aseos públicos, cajeros automáticos, consigna, conexión wifi gratuita, restaurantes, tiendas, parada de metro y oficina de información turística, entre otros servicios. Desde España, se puede viajar en tren de Barcelona a Marsella en tan solo 4 horas y 30 minutos. Una línea de tren de alta velocidad de Renfe-TGV inOUI conecta ambas ciudades de manera directa. Otra opción habitual es viajar en tren de París a Marsella en aproximadamente 3 horas. TGV ofrece los trenes de alta velocidad TGV para llegar al corazón de la Costa Azul.
La estación de Marsella está perfectamente comunicada con el resto de la ciudad a través del servicio de transporte público. Una vez se accede a esta localidad mediterránea es fácil descubrir todos sus rincones con las siguientes opciones:
Llegar en tren a Marsella es una de las formas más cómodas de descubrir esta encantadora ciudad francesa. A través de este servicio llegas directamente al centro. Aprovecha su excelente localización para visitar sus principales atractivos turísticos. Entre ellos se encuentra la Basílica de Notre-Dame de La Garde, una construcción de estilo romano-bizantino con las mejores panorámicas del lugar. Otros puntos de interés son el Puerto Viejo, con numerosos monumentos históricos; y el Palacio Longchamp, que alberga el museo de Historia Natural, el de Bellas Artes, el zoológico y el parque botánico.
Si te gusta la naturaleza, no te pierdas el paseo por el archipiélago de Frioul y la visita al Parque Nacional de las Calanques, con unas maravillosas calas de un color azul intenso. Para conocer todos sus encantos, puedes hospedarte en el simpático barrio de la Panier, con un estilo típicamente mediterráneo; o en el barrio del Estaque, con sus casas tradicionales a orillas del mar. Sea como sea, no olvides pasear por la emblemática calle de la Canebière, popularmente conocida como "Champs Élysées" de Marsella; probar su típica bullabesa, especialidad marsellesa hecha a base de pescado; y jugar a al pasatiempo por excelencia: la petanca.