Al noreste de España se halla uno de los lugares clave del turismo europeo, Barcelona. La Ciudad Condal posee todas las características que pueden interesar a la hora de visitar un destino: buen clima, deliciosa gastronomía, excelente patrimonio arquitectónico, una oferta cultural y de ocio inabarcable y un largo etcétera. Viajar en autobús a Barcelona es el primer paso para abrir la puerta de una localidad fascinante, una perla a orillas del mar Mediterráneo que todo el que la visita termina por guardar en su recuerdo. Abierta a todo tipo de visitantes, la capital catalana es uno de los destinos que merece la pena visitar en la vida.
La ciudad de Barcelona cuenta con hasta tres estaciones de autobuses que ofrecen servicios de transporte a la capital catalana. La más grande de todas es la estación de Barcelona Sants, situada en la parte oeste de la ciudad y en cuyas instalaciones operan casi 30 compañías de transporte, destacando Alsa, Eurolines, Abasa o Juliá. En el centro de la ciudad, la estación del Norte (Barcelona Nord) también reúne a una gran variedad de compañías de transporte. Estas dos estaciones tienen en común la amplitud de sus instalaciones, su condición de plataforma de transbordo con otros medios de transporte como el tren y, sobre todo, su elevado número de conexiones en autobús.
Las estaciones de Barcelona Sants y Barcelona Nord ofrecen rutas a muchos puntos regionales, nacionales e incluso internacionales. Por ejemplo, es posible viajar en autobús de Barcelona a Valencia en aproximadamente 4 h 15 min, en autobuses Alsa de Barcelona a Madrid en 7h 20min, mientras un trayecto en autobús de Barcelona a París se realiza en unas 14 h 45 min. Por otro lado, la Estación Fabra i Puig, ubicada al norte de la localidad, se centra principalmente en conexiones provinciales y regionales mediante compañías como Font, Sarbús o Sagalés.
Alsa cuenta con una amplia red de rutas hacia o desde Barcelona, cuyos autobuses salen o llegan a las estaciones de autobús Barcelona Estació Nord y Barcelona Sants.
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Para moverse por Barcelona de una manera sencilla y rápida, existen dos opciones principales. Una de ellas es la red de metro, que con sus 8 líneas y 156 estaciones conecta casi todos los puntos de interés de la ciudad. Por otra parte, la capital catalana también dispone de una gran red de autobuses urbanos, con casi 150 líneas que recorren prácticamente cada calle de la localidad. Paralelamente a ellas, la red de ferrocarriles cuenta con varias paradas en Barcelona. Además de estos transportes, la ciudad tiene una red de taxis, conocida por sus vehículos negros y amarillos, perfectos para moverse cómodamente por la localidad. Por otro lado, también está la opción de alquilar una bicicleta a las empresas que ofrecen este servicio. El Metro de Barcelona es la manera más económica y veloz para ir de un sitio a otro de la ciudad. A excepción de la línea 9, todas las líneas atraviesan el centro de la ciudad. A través de los transbordos en aquellas estaciones que dispongan de conexión directa, es muy sencillo recorrer Barcelona en metro de punta a punta en poco tiempo.
La red de trenes Cercanías, conocida como Rodalies, ofrece un servicio de similares características, pero con un punto mayor de comodidad, aunque cuenta con menos estaciones que la red de metro. Por ello, la mejor alternativa al metro es la red de autobuses urbanos, que conecta toda la ciudad y además permite ir echando un vistazo por las ventanillas a las zonas más destacadas. En este sentido, es especialmente recomendable el bus turístico, puesto que realiza rutas por los lugares más emblemáticos de la localidad. Para disfrutar de estos medios de transporte es aconsejable adquirir el abono turístico, ya que cuenta con tarifas especiales para visitantes. Más allá de los vehículos a motor, entre los que hay que mencionar el taxi y plataformas alternativas como Uber, de gran cobertura en la ciudad, Barcelona dispone de varias compañías que ofrecen alquiler de bicicletas, una excelente manera de recorrer la ciudad gracias a los varios carriles bici que hay habilitados para este medio de transporte. Por último, el Aeropuerto de Barcelona-El Prat se halla al sur de la ciudad y a él se puede llegar a través de la línea L9 de Metro, la R2 de Rodalies o desde el servicio de Aerobús que parte desde la Plaza de Cataluña.
Al visitar Barcelona, es habitual señalar la plaza de Cataluña como el centro neurálgico de la localidad. Allí se puede llegar rápidamente desde cualquiera de las 3 estaciones de la localidad, especialmente desde Barcelona Sants y Barcelona Nord. A partir de este lugar se pueden recorrer las Ramblas, populares vías de la ciudad con una gran actividad de habitantes y turistas, que acaban desembocando en el puerto de Barcelona, a 30 minutos a pie. Conviene detenerse en el palacio Güell, un exquisito edificio modernista diseñado por el mítico arquitecto Antoni Gaudí. Para disfrutar de más obras de este artista, el parque Güell es un magnífico lugar por el color de sus edificios y el entorno en el que se ubica, una amplia zona verde en la que se puede respirar aire puro. Al encontrarse algo más alejado de la plaza de Cataluña la mejor opción para llegar allí es tomar el transporte público, particularmente la línea L3 de Metro.
El símbolo indiscutible de la ciudad y por el que la mayoría de los turistas quiere realizar una visita a Barcelona es la Sagrada Familia. Este edificio religioso es un templo de dimensiones únicas y de aspecto imponente que se encuentra aún inacabado. A solo 5 minutos caminando hacia el sur desde la plaza de Cataluña, este enclave es de imprescindible visita. En la parte norte de la ciudad también se puede observar la obra de Gaudí a través de dos edificios. Se trata de la Casa Batlló y la Casa Milà, dos museos modernistas situados respectivamente a 10 minutos y 17 minutos de la céntrica plaza y que permiten terminar de componer el cuadro gaudiano que ofrece esta ciudad.